Da tristeza saber que en Colombia la seguridad es para unos cuantos. El acompañamiento de las autoridades solo prestan para los que pueden responder a ello económicamente y no a quienes realmente está en peligro y es desventaja. Hoy los novilleros y toreros que protestaban a las afueras de la Plaza de Toros de la Santamaría, cesaron su protesta por la siempre y sencilla razón, de priorizar la vida, para seguir defendiéndola, que ponerla en riesgo gracias al patrocinio de los congresistas y políticos que alimentan el odio y el irrespeto para los taurinos y quienes piensan diferente.
Durante los últimos meses hemos podido ver, y muchos fuimos objetos de amenazas, insultos, abucheos, burlas y demás, solo por el hecho de ser taurinos y no escondernos a la hora de defender lo que nos gusta. En las redes sociales se crearon perfiles falsos para exponer los rostros de periodistas, toreros, aficionados y empresarios, incitando al odio y a las agresiones verbales. Todo esto auspiciado y promovido por Esmeralda Hernández y todos los políticos que han apoyado la prohibición a costa de la agresión y los malos tratos.
Todo eso solo ha servido para que la sociedad se de cuenta de quienes son los violentos, ¿pero qué ha pasado con ellos?, nada, siguen lanzando amenazas e improperios, sin que esto sea tendido por las autoridades. Ahora bien, desde lo virtual, pues no tiene trascendencia, pero cuando estas amenazas trascienden al plano físico ya es un tema de tener atención por parte de quienes ejercen control.
Los novilleros, toreos y aficionados que se sumaron a la protesta, a la Carpa de la Libertad, fueron testigos presenciales del nivel y los alcances de los animalista y el crecimiento del odio hacia los taurinos. Durante los casi 30 días que estuvieron allí, grupos animalista pasaron por la plaza gritando e insultando a los toreros, barristas pasaban gritando y decolando intenciones de incendiar el campamento, personal del común pasan despreciando el gestión de los toreros, además del olvido y abandono de las autoridades.
Todo es, sumado a las inclemencias del clima, el desgaste natural del cuerpo y demás, fueron las causas del cese de esta protesta, que de igual manera, quedará en la historia de la lucha y defensa de la tauromaquia.
Esta nota la escribimos a manera de agradecimiento a todos y cada uno de ellos por ese gesto, por representar los intereses de los aficionados de Colombia y por querer hacer valer sus derechos ante la prohibición.
Es verdad que muchos por la distancia no pudimos ir, es verdad que a veces la complejidad de los transporte impidió acompañarlos como se lo merecían, pero pese a eso, el reconocimiento y el mérito es absolutamente para todo. Hacer lo que pocos se atreven a hacer, más que hacerlo único, lo hace ser un valiente.
Ahora queda preguntarle a las autoridades, ¿porqué el desinterés por la protesta de los toreros?, ¿hay personas detrás de este desinterés?, ¿los toreros y los taurinos no merecemos protección?, ¿debe pasar algo grabe para que nos presten atención?.
Todos estos interrogantes sería bueno que los responda las autoridades porque las evidencias están, porque los hecho hablan por sí solo y porque el mundo se ha dado cuenta de cómo son y lo que pueden hacer los animalistas que promueven la violencia contra el ser humano.
La lucha continúa y seguiremos firmes con la defensa de las libertades.
Redacción de El Minotauro Radio - Daniel Upegui.