Foto de Julián Velasco.
Tarde soleada que marcaba la primera tarde de toros de este seriado taurino que marca el inicio de la temporada colombiana. En el patio de cuadrillas estaban un rejoneador y 5 novilleros con caballos, con ilusiones y hambre de toro.
El primero en saltar al redondel sonoro fue el rejoneador Juan Pablo Vallejo, quien lidió un novillo algo escurrido de carnes de la ganadería de Suescún, la cual lastimosamente perdió a su ganadero recientemente y no pudo ver el debut de este hierro en una plaza de primera categoría. El caballero mostró más una clase de alta doma que una lidia, pues se le notó apresurado en cada uno de los tercio y que por demás, fue una faena larga sin contenido. Sacó 7 caballos al ruedos y con ellos ejecutó cada una de las suertes pero sin transmisión en los tendidos.
De los de a pie, el primero en comparecer ante el respetable fue Brayan Salas, un novillero con experiencia que le hizo frente al segundo del lote de Suescún y que en los primeros compases de la faena mostró dominar el capote, pero le correspondió un novillo con complicaciones y reservón en sus embestidas. Con la espada no fue certero en la primera y le tocó intentar en varias ocasiones.
El tercero del cartel fue Joselito Castañeda, el novillero bogotano fue quizá el de mejores cualidades, pues a la salida de su novillo en suerte de Suescún, enterró los pitones en la arena, dando una vuelta de campana que le hizo quebrarse un pitón por o que fue cambiado. El tercero bis fue un novillo de la ganadería de casa, Ernesto Gutiérrez, que salió con alegría al redondel y se entendió bien con el capote de Castañeda. En el tercio de moleta, el novillero mostró tener conocimiento del oficio, entendiendo en el ejemplar y exponiendo más de lo permitido, pues el novillo se lo echó en dos ocasiones a los lomos, adquiriendo sentido y que al revolverse en un palmo de terreno, lo cogió por tercera vez, propinandole una cornada de 12 centímetros en la entrepierna derecha que casi compromete la femoral y un puntazo en la pantorrilla derecha de 5 centímetros.
Fue llevada la clínica Santa Sofía, en donde se le practicaron varias cirugías y exploraciones para evitar daños y complicaciones.
El cuarto novillero en saltar a la arena fue Cristian Gómez, que salió del burladero a recibir a su novillo con capote y que con voluntad entregó unas verónicas trompicadas por el ejemplar. El novillero intentó por todos los medios, pero se encontró con un novillo falto de fuerza y manso que miraba hacia las tablas.
El quinto el comparecen ante el público fue Eduardo Contreras, que entregó lo poco mejor de la tarde. Salió del burladero directo a la puerta de los sustos donde recibió al novillo con una larga cambiada. El Novillo salió arrollando, por lo que le tocó al novillero recomponer su figura y buscar otros terrenos, en los cuales le dio otras largas cambiadas. Ya con la muleta, el novillero logró arrancarle algunos muletazos de buena factura, aunque destemplados dadas las condiciones del ejemplar. Al finalizar su faena el novillero acertó con la espada, haciendo un ejecución correcta, lo que le valió en mayor medida cortar la única oreja del festejo.
El cartel lo cerraba Diego Alejandro Torres, novillero que se llevó el novillo más complejo del festejo y que desde el principio, trompicándole el capote le avisaba lo que podía ocurrir. Pese a este, con la muleta, el novillero espigado porfió y buscó por todos los medios, recortando terreno ante el novillo y que se lo echó a los lomos causando una aparatosa voltereta que dejó al novillero inconsciente en la arena y con una severa contusión. No pudo lidiar a su novillo y el primero del cartel de a pie, Brayan Salas dio muerte a este ejemplar, sin mayor lucimiento y fallando en varias ocaciones con el acero.
Resumen:
- Juan Pablo Vallejo: silencio.
- Brayan Salas: palmas
- Joselito Castañeda, herido y ovación.
- Cristian Gómez: silencio
- Eduardo Contreras: oreja
- Diego Alejandro Torres: Herido
Vea la transmisión de la corrida aquí:
Fotos cortesía de Cormanizales: