El domingo de feria no es no un domingo cualquiera, es el domingo con el que finaliza la temporada con una corrida en la que se conmemoraban los 50 años de la lidia de Tornillo, el primer toro indultado en la Monumental de Manizales, que fue lidiado por Dámaso González ante una afición enloquecida.
De la misma ganadería, Ernesto Gutiérrez, eran los toros que esperaban en chiqueros.
Abrió la tarde Luis Bolívar, que realizó una faena aseada y consentidora a su primer ejemplar, ligando las series de muletazos y llevando al toro a media altura. Tras un no muy buen uso de los aceros, saludó desde el tercio. Cortó las dos orejas del cuarto con un sólido muleteo en el que escuchó la música y ligó tandas de valor por ambos pitones . La estocada recibiendo, aunque baja, fue efectiva y animó a la concurrencia a pedir los dos trofeos.
La gran sorpresa de la tarde fue Cayetano, que estaba incluido en la feria sin razón aparente y resultó siendo uno de los nombres propios de la misma. En sus dos turnos toreó con mucha lentitud, temple y elegancia, imprimiéndole variedad tanto a las suertes de capa como a las de muleta. A su primero le cortó una oreja tras haber pinchado y a su segundo, Amadís de nombre, las dos, tras ver cómo a los despojos del toro se les daba la vuelta al ruedo, tras una faena de contenido y templanza en la muleta.
Roca Rey pechó con Emir, un gran toro que le permitió hacer una larga faena de muletazos en los que le exigía por bajo y el animal respondía. A pesar de eso, no lo hacia con suficiente tranco ni potencia, sino más bien con medio recorrido. Al tomar la espada de verdad, algunos animados comenzaron a pedir el indulto, que la enfiestada presidencia concedió antes de que gran parte de la plaza pudiera darse cuenta. A Roca Rey se le entregaron las dos orejas simbólicas. Hay que anotar que el toro siempre miro a las tablas.
Con el sexto, el peruano no quiso hacer mayor esfuerzo, teniendo ya abierta la puerta grande, así que se limitó a torear con discreción y sin mayores afugias. Pinchazo y descabello para quedar en silencio la faena. Se esperaba algo más de este torero, que es el que manda y que ya había dejado un buen sabor en su primero.
Saludaron desde el tercio Garrido y Ricardo Santana, quienes sobresalieron con la ejecución de las banderillas.
Resumen de la corrida.
Luis Bolivar: silencio en su primer y dos orejas en su segundo.
Cayetano Rivera: Una oreja tras ovación en su primer y dos orejas en su segundo.
Roca Rey: Indulto en su primero, dos orejas simbólicas y silencio en su segundo.
Redacción de Luis Miguel Rojas, El Minotauro Radio.