Este año tenemos el privilegio de tener un inicio de año muy taurino, un enero cargado de corridas de toros y de tradiciones, no solo en las grandes ciudades, sino también en la provincia colombiana. Con la finalización de la Feria Taurina de Cali, se cierra el telón de un 2023 de luchas par denfender la tauromaquia, pero se da paso a un 2024 en donde la tauromaquia comienza a brillar con su luz propia y los pueblos a celebrar sin miedo sus ferias y fiestas con esta tradición tan colombiana como el vallenato y la cumbia.
Localidades como Manta Cundinamarca, Sincelejo, en el departamento de Sucre, Lenguazaque, Jenesano, Ragonvalia en Norte de Santander, celebrarán corridas de toros, lo que se convierte en un panorama más que optimista para los toros en nuestro país.
La provincia es y seguirá siendo la cimiente de las tradiciones populares. En la tauromaquia, aún más, porque es allí en donde se vive, se siente, se lucha, se conserva y se respetan las actividades propias de las libertades de sus habitantes, siendo un bastión y resiliencia para los otros pueblos y grandes ciudades que aún conservan esta tradición. Manizales es la feria más importante del país y es la que manda la parada en temas taurinos, pero la provincia, no pierde su protagonismo.
Reconforta mucho el hecho de ver tantos carteles en la calle, unos de una corrida con dos toreros y 4 toros y otros con dos corridas de terna y con 6 toros. Sea como sea, la tauromaquia sigue recuperando terrero y va reapareciendo en lugares donde no se daban corridas por temas poíticos.
Choachí, otra localidad taurina por excelencia, tenía programa una corrida de toros especial, pero debió ser suspendida por efectos de una calamidad pública, lo que la saca de la órbita de este enero taurino, a la espera de su nueva fecha.
Olé por la provincia, Olé por los empresarios guerreros que le apuestan a las tradiciones y la afición y Olé por los gobernantes que respetan y dan cumplimiento de la ley.
Redacción de El Minotauro Radio.