Lo de Campo Real es una de las historias bonitas para contar, una historia llena de matices, momentos duros, trabajo incansable y mucha afición por los toros.
La Ganadería de Campo Real desde el pasado 30 de diciembre es una más que se suma al manojo de ganaderías que pueden y quieren estar en las diferentes plazas de nuestro País. Con lo sucedido el viernes en la Plaza de Toros de Cañaveralejo, la historia comenzó a cambiar de matiz y sus acodes ahora son de emoción y ganas por seguir criando un toro bravo que emociona, imprime miedo y alegra a los aficionados.
El sueño de un torero colombiano hoy es materializado por su hija, Gina García, que haciendo gala de ser una mujer colombiana, siguió con el legado de su padre, asumió los compromisos propios de la ganadería de lidia, y en compañía de su esposo, el torero José Arcila, continuaron la crianza de los toros de encaste Saltillo y Satacoloma, trabajando sin descanso para el día en que pudieran estar es una plaza de primera categoría.
Siendo fiel al concepto de ”El Dandi”, hechando valor de su afición por los toros y procurando mantener una desea de la que dependen otros animales y especies de nuestra fauna y flora nacional, la ganadera, siendo una mujer joven, es portada en diferentes medios nacionales, muchos de los cuales exaltan su labor y su afición por los toros y otros contando la hazaña vivida en Cali, en donde sacó un encierro de 6 toros de 5 toros buenos, cada uno con sus matices, toros aplaudidos en la salida y en el arrastre, un encierro al que se les cortaron la 7 orejas y al cual se le indultó un toro, que aunque discutido, no opaca el buen comportamiento y desenvolvimiento de los ejemplares.
Para lo aficionados que estuvieron en la plaza, una corrida histórica y una corrida en la que se volvió a ver el toro de Cali, ese por el que muchos van a la plaza de toros y que pocas veces pueden ver y ese toro que emociona y le hace dar sentido a la fiesta de los toros. Un toros, que al igual que muchas otras ganaderías, ratifican el porque sí debe continuar las fiesta de los toros en Colombia.
Siendo así las cosas, a partir del pasado 30 de diciembre, una fecha que ya es importante para la ganadería vallecaucana, se comienza a escribir un segundo tomo en la trayectoria de esta casa ganadera, una historia en la que caben más corridas en la Plaza de Cali y debuts y más corridas en las diferentes plazas de la geografía nacional, no solo de provincia, sino también, las plazas de las principales ciudades.
Aunque suene redundante, lo vivido en Cali fue de las cosas bonitas y llenadoras de la fiesta taurina, donde la alegría, el triunfo, el gozo, la pasión y toro, se unen creando un sin fin de sentimientos. Cabe acaparar que esta historia que se está comenzando a escribir, en nuevo ambiente y nuevo son, no debe desconocer el gran trabajo y oficio de los toreros que despacharon ese encierro, pues Manuel Escribano, Román y Jesús Enrique Colombo, son hoy copartícipes de un acontecimiento único y que quedará para la historia y que motivará a Toro Vive como empresa y a las demás empresas taurinas de Colombia a apostar por la variedad ganadera y la variedad de encastes, que a pesar de tener pocos toros en el campo, aún se puede encontrar y se pueden hacer ferias interesantes para los propios y los extranjeros.
Desde este medio deseamos muchos más éxitos a esta ganadería y esperamos poder ver más triunfos de sus toros en la plazas. Un llamado que se convierte también en una tarea para que la ganadera Gina y todo su equipo, sigan trabajando por crían toros que dignifiquen la tradición taurina.
Redacción de El Minotauro Radio - Daniel Upegui