El torero antioqueño se convirtió en matador número 18 en confirmar su alternativa en la Plaza de Toros de la Ventas de Madrid, la catedral del torero, que este año había sido esquiva para estos toreros colombianos.
Con cerca de media plaza, el de Medellín hizo el paseíllo acompañado de Octavio Chacón, quien fue su padrino de confirmación y el torero Ángel Sánchez, para enfrentarse a los astados de la ganadería de Partido de Resina, antes Pablo Romero y de la ganadería portuguesa de Sobral.
En su primer ejemplar, Juan de Castilla presentó una tauromaquia pausada, parsimoniosa y completamente emparejada al ejemplar, que al torearlo de mano baja perdía las manos. Esta condición no fue impedimento para que el torero diera una lidia interesante al toro de su confirmación, que no pudo rubricar adecuadamente al fallar con los aceros.
Foto tomada por el equipo de prensa de Plaza 1
En el quinto de la tarde, segundo del lote del torero nacido en el barrio Castilla, el diestro mostró una faceta completamente diferente, al irse a los medios a plantarle cara al ejemplar. Este hecho hizo recordar a los asistentes la manera en como el maestro Rincón citaba a los toros por allá en los años 90.
Completamente entregado, el torero comenzó una faena de poder, que desde el capote se sentía sus ganas de triunfo. En la muleta el torero le pudo al de Sobral, un toro que se quedaba corto al salir de la muleta y al que Juan de Castilla supo darle los terrenos y una estocada a toda ley.
Pese a la buena ejecución de la suerte suprema, la presidencia, de una forma descarada le negó la oreja pedida fuertemente por el publico, a lo que acto seguido, el respetable le hizo dar la vuelta ruedo.
La afición a recibido con agrado a este torero y tal y como se lee en algunos comentarios, quieren que el antioqueño sea tenido en cuenta para la próxima feria de San Isidro, así como en las diferentes plazas de importancia de España.
Foto tomada por el equipo de prensa de Plaza 1
Redacción de El Minotauro Radio.