Esta novillada es quizá el sueño de todos los niños y jóvenes que sueñan en convertirse en toreros y en figuras en este mundo tan complejo. En el cartel, seis novilleros de diferentes partes del país, tres de ellos de la Tauroescuela de Manizales y un ganadería que debutaba en plaza de primera y que sorprendió con el buen comportamiento de sus erales y la acometividad de los mismos.
En el patió de cuadrillas estaban listos para hacer el paseíllo Simón Hoyos, Daniel Sánchez, Sergio Alzate, Nicolás Vanegas, José de Antía y Daniel Montes. El primero, Simón, mostró un poco más de madurez en su torero con un novillo que al principio la pensaba mucho, pero que a la final terminó entregando sus embestidas, dejando una grata impresión en los aficionados y una expectativa frente al encierro.
Daniel Sánchez, que hizo de segundo, salió con la misma energía y entusiasmo que lo caracteriza, yéndose a la puerta a recibir de rodillas. Esta muestra le salió un poco accidentada, pero se recompuso y se dispuso a torear de capa. En la muleta estuvo bien, algo acelerado y con ganas de comerse el toro a punta de pases, pero la espada le pasó le frenó la velocidad y le puso como tarea practicar más la suerte suprema.
Sergio Alzare, quizá el joven con mejor concepto del torero hizo de tercero con un novillo, que al igual que sus dos hermanos de camada, entregaron todas sus embestidas. El de Manizales y alumno de la tauro escuela se iba embarullando con el capote, pero con la muleta mostró mandó, tapándole la cara al ejemplar para ligar un pase con otro, lo que le permitió componer la faena más interesante de la noche. Lastimosamente, la espada le hizo perder los trofeos y se fue de limpio como los demás compañeros de cartel.
En cuanto lugar salió al ruego Nicolás Vanegas, un debutante en Manizales y como novillero son caballos que salió a comerse el mundo. El rubio torero, dejó grandes impresiones en la afición y como carta de presentación, una actitud arrolladora, lo cual le permitió entenderse con el ejemplar, hacerle una faena completa, con momentos de mucho interés y en que la espada le ayudó para recibir la ovación del respetable. El toro se demoró en doblar y con el descabello tuvo varios intentos por lo que también se le fueron las orejas.
José de Antía, descendiente de ese legado importante para el torero, el de los Pimentel, partió plaza en quinto lugar mostrando un concepto del torero interesante, pausado y cadencioso, toreando a gusto y meciendo los brazos, pero al ser desarmado por su oponente, la faena se vino a menos, se dejó ver más del ejemplar, se le coló en varias ocasiones y finalmente se lo echó a los lomos, lo que puso en tensión al torero frente su concepto del torero. A este novillero radicado en España, la espada le jugó una mala pasada y tras entrar a matar en varias oportunidades y fallas con la espada de cruceta, la presidencia se hizo sonar los tres recados por lo que el novillo se fue vivo a los corrales.
Finalizó el festejo Daniel Montes, otro alumno de la Tauroescuela de Manizales, que debutaba en este certamen, comenzó con el capote enérgico y con ganas de agradar, aunque dejando trompicar el percal. El joven torero, se dispuso a poner banderillas, a las que invitó a su compañero Daniel Sánchez y a su maestro Elmerson Pineda, el cual fue más accidentado que lucido, dado que los jóvenes pasaron apuros delante la cara del ejemplar y el subalterno se llevó una voltereta.
Con la muleta el joven torero comenzó toreando por alto al novillo de menos posibilidades y más complejo del buen encierro presentado por la ganadero. Poco o nada pudo hacer en el trasteo, a pesa de llevarse algunos moretones, a lo que le tocó abreviar y pasaportar, pasando así a tener un encierro con posibilidades y que se fue completo al destazadero con las orejas.
Resumen:
- Simon Hoyos: silencio
- Daniel Sánchez: palmas
- Sergio Alzate: ovación y saludo
- Nicolás Vanegas: vuelta al ruedo
- José de Antía: tres avisos
- Daniel Montes: silencio
Mira la transmisión de la corrida aquí: