Un éxito, no solo en asistencia, sino también en el comportamiento de los toros y de la tauromaquia de los toreros, es el balance de esta mini temporada en esta localidad del departamento de Cundinamarca, que una vez más le dijo sí a la tauromaquia y la afición respondió con muy buenas entradas, en esta plaza que tiene la particularidad de tener asientos en cemento y otros asientos naturales, postrados en las colinas que bordean la plaza de toros.
El puente de velitas, como lo conocemos aquí en Colombia, estuvo mediado por la tauromaquia en esta localidad, que previo a las corridas disfrutó de un tentadero didáctico dirigido por el maestro César Rincón y que posterior a ello, tuvo el privilegio de disfrutar de dos tarde taurinas, con algunos de los matadores de toros colombianos, de trayectoria en países como Perú y México.
En la primera tardes, terna de banderilleros, se enfrentaron a un buen encierro de la ganadería de Achury Viejo, ganadería bogotana que llevó un encierro bien presentado, variado en comportamiento y en que tres de sus ejemplares se compaginaron con los toreros de turno. La tarde trascendió normal, dejando como triunfadores los diestros Cristóbal Pardo, que estará en la ya próxima feria de Manizales y el joven torero Manolo Castañada, quienes abrieron la puerta grande de esta plaza.
Hay que anotar que Cristóbal cortó tres orejas y Castañeda 2, una tarde triunfal en la que los asistentes pudieron salir a torear por las calles luego de este resultado. Esta fue una feria de matices y que hizo una buena mezcla de toreros de trayectoria, con toreros de la nueva ola de matadores que viene entregando nuestro país a pesar de las dificultades.
Para la segunda tardes, una tarde un tanto más artísticas, hicieron el paseíllo tres toreros, Manuel Libardo, Ricardo Rivera y Leandro de Andalucía. Los tres toreros salieron a por todas, aunque a pesar del buen comportamiento de los toros, a algunos toreros les falto esa milla para terminar de exprimir el pozo de bravura con la que llegaron los pupilos del maestro Rincón.
En total se cortaron tres orejas, todas por el diestro de Cali, Ricardo Rivera, una al primero de su lote y las otras dos a su segundo, al cual supo entender, darle los tiempo, cambiarlo de terrero y hacer una faena de mucha conexión con el público. Hay que resaltar que todos los toreros tuvieron mucha materia prima y que todos, unos con más cancha que otros, mostraron arte en sus manos, conocimiento y gusto a la hora de interpretar la manera en como conciben el torero.
Es gratificante ver la forma en como nuestros matadores están cultivando maneras más que dignas de ser llevadas a otras plazas, pero lastimosamente las oportunidades son pocas y los empresarios españoles, poco o nada voltean a ver a esta parte del continente americano.
Suenan en los callejones otras temporadas de provincia en nuestro país y se calientan los motores para estar en las primeras plazas, Cali y Manizales, disfrutando del arte y de la pasión que reúne a muchos colombianos en torno al toro y a su magia natural.
Agradecimiento a Farley Betancourt y a Guillermo Rodríguez por el material fotográfico.
Redacción de El Minotauro Radio