El pasado sábado, se llevó a cabo la última corrida de la temporada colombiana, en la plaza de Toros de Puente Piedra, en Madrid, Cundinamarca. Un festejo pensado para la afición de Bogotá, pero al que concurrieron personas de distintas partes del país, llenando la plaza hasta las banderas.
Se lidiaron seis toros y un novillo de Mondoñedo, bien presentados (un punto por encima de lo que se espera en una plaza de tercera categoría) y de buen comportamiento en términos generales, aunque con diferentes características. Todos fueron con bravura a los caballos, dando el segundo una pelea extraordinaria, en la que sacó al varilarguero hasta los medios, recargando.
Antonio Ferrera no se encontró a gusto en sus dos primeros toros. El público le reprochó el que toreara sin ceñirse y esto condicionó sus actuaciones. En su segundo, logró torear más asentado a partir de la mitad de la faena y cortó una oreja que generó división de opiniones. Al toro le fue concedida la vuelta al ruedo. Por su parte, en el sexto del festejo, tercero de su lote, que fue excesivamente castigado en varas, desplegó una tauromaquia más variada, ejecutando incluso las suertes de banderillas, en las que invitó a parear a Carlos Garrido. Cortó otra oreja.
Juan de Castilla se vio en dos facetas. En sus dos primeros toros, logró momentos de profundidad y buen toreo con ambas manos. Le cortó una oreja a su segundo, al que esperó pacientemente que doblara tras la estocada, pues el toro vendió cara la vida. En su tercer turno, en cambio, demostró la faceta lidiadora y valiente, con un animal que desarrolló sentido desde el principio del trasteo, y que estuvo mirándolo durante toda la faena. Juan no dio ni un paso atrás, y pudo haberlo desorejado de no haberle hecho guardia con el estoque.
En el intermedio de la corrida, toreó a su novillo Felipe Miguel Negret, quien con suavidad, temple y buen concepto del toreo, llevó a cabo una muy interesante faena, a un ejemplar que fue el más noble de todo el encierro. Falló con el acero y esto le impidió el corte de la oreja.
Para destacar la gestión de la empresa organizadora de la corrida, que la sacó adelante pese a las constantes amenazas de quienes utilizan a los animales para hacer política.
Redacción: Luis Miguel Rojas.